4.- Mayores luchas por los recursos

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO On martes, 20 de abril de 2010 0 comentarios

Todo esto es también una receta para luchas más agudizadas por la tierra y los recursos naturales. Ya durante la crisis alimenticia del 2007-2008, muchos países pararon las exportaciones de trigo y arroz.


La crisis en curso y los conflictos en Sudán, donde los conflictos de Darfur sobre los recursos escasos también están afectando a Chad, es un ejemplo inicial mostrando cómo la falta de alimentos y agua también lleva a la violencia y al flujo de refugiados.


Espectacularmente, una mayor cantidad de países, como Arabia Saudí, Corea del Sur, China, Kuwait, Libia, India, Egipto, Jordán, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar son algunos de los más de 50 casos conocidos países intentando de comprar o alquilar tierra extranjera. Esto a una escala grande y al estilo neo-colonial en los países que están sufriendo de sus propias crisis alimenticias.


En total, ha habido la venta de aproximadamente 20 millones de hectáreas de tierra desde el 2006, principalmente en África. Esto es doble el tamaño de todas las áreas agrícolas de Alemania y toma lugar en un continente que ya en el año 2020 podría perder la mitad de su tierra cultivable arable debido a la sequía, y donde 75 a 250 millones de personas están siendo amenazadas por la falta de agua. Arabia Saudí, por ejemplo, ya ha alquilado tierras en 11 países, entre ellos son Sudán y Etiopía. De acuerdo con el Financial Times, en Marzo del 2009, Arabia Saudí celebró su primera entrega de arroz de Etiopía. Etiopía, asimismo, enfrenta una crisis alimenticia agudizada y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU está proveyendo alimentos básicos para 4,6 millones de personas.


Los tamaños de estas tierras adquiridas son enormes en muchos casos, como cuando Corea del Sur firmó un acuerdo de larga data con Sudán para cultivar trigo sobre un área de 690.000 hectáreas. Esta es igual al tres cuartos del 930.000 que Corea del Sur usa para producir arroz en su propio país.


China, que hasta ahora ha podido nutrir a su población urbana creciente con la producción domestica de alimentos, está intentando cuidar sus propios intereses a través de las inversiones más grandes de este tipo. Según Lester Brown, la empresa china ZTE, ha, en un contrato espectacular, asegurado el derecho a 2,8 millones de hectáreas en el Congo para la producción del aceite de palma, que puede ser utilizada ambos para los alimentos y el biodiesel. El área es 1,5 veces más grande que Bélgica y 0,9 millones de hectáreas más grande que el área que el Congo mismo usa para producir maíz para sus 66 millones de habitantes.


China también está negociando con Zambia para conseguir 2 millones de hectáreas para cultivar una planta de aceite, al mismo tiempo que se está negociando con Argelia, Mozambique, Birmania, Brasil, Australia, Rusia y Kazajstán.


Las empresas estatales igual que las privadas, incluyendo los fondos de inversión americanos y británicos, están participando en estos acuerdos. También está claro que esta clase de acuerdos se enfrentara con protestas y conflictos masivos, quizás levantamientos y guerras, también.

Cuando se hizo conocer que China había firmado un acuerdo para alquilar 1 millón de hectáreas de tierra en las Filipinas, causó protestas tan poderosas de los campesinos filipinos que el acuerdo fue suspendido. La adquisición de la empresa de Corea del Sur, Daewoo, de 1 millón de hectáreas en Madagascar, tan grande como la mitad de Bélgica, fue un factor importante detrás del ambiente de rebeldía que llevó a la caída del gobierno y la derogación del acuerdo.


El conocimiento del riesgo de los problemas severos de la seguridad también, de acuerdo con Lester Brown, ha impulsado el gobierno de Pakistán a combinar una oferta para alquilar 400.000 hectáreas de tierra agrícola con el servicio de guardias armados. Los guardias tendrán el trabajo de proteger las inversiones de la tierra y la propiedad de los extranjeros. Una cantidad grande de estas adquisiciones de tierra se está realizando en los países que ya son pobres y que faltan la alimentación y el agua, o en áreas de la selva tropical que necesitan estar protegida debido a su rol importante para contrarrestar el impacto del dióxido del carbón.

Medio siglo después de los levantamientos y las revoluciones coloniales donde nuevos estados fueron formados y los poderes coloniales fueron forzados a retirarse, ahora se ve el declive de más y más de esto estados. “Los estados fracasados han pasado por un cambio enorme, de la periferia al centro mismo de las políticas globales fracasadas” dice un artículo en la revista americana, Foreign Policy. El “índice de los estados fracasados” de la revista nota los 60 países que ya están o estarán bajo del riesgo de caer en está categoría.


Las crisis climáticas que están ocurriendo en una cantidad creciente de los países subdesarrollados están también incluidas en los planes de seguridad de los EEUU y la UE, por el flujo de refugiados que tales crisis podrían causar. Como el Representante Alto para la Política de Seguridad Extranjera Común de la UE, el español Javier Solana, dice, “El cambio climático está mejor visto como un multiplicador de amenazas que exacerba las tendencias existentes, las tensiones y la inestabilidad. El reto más importante es que los cambios climáticos amenazan agobiar los estados y las regiones que ya son frágiles y susceptibles a los conflictos. Es importante reconocer que los riesgos no sólo son de naturaleza humanitaria; también incluyen riesgos políticos y de la seguridad que afectan directamente a los intereses europeos.” De acuerdo con la ONU, hasta 6.000 africanos de los aproximadamente 31.000 que intentaron entrar a Europa mediante las Islas Canarias en 900 botes pequeños llenados en exceso, murieron o desaparecieron en 2008.


El muro de hierro de la fortaleza que es Europa ahora está siendo refortalecido a través del aumento de los controles de la frontera (del Programa de Estocolmo) por la agencia de seguridad de las fronteras, FRONTEX), las deportaciones más expeditas de refugiados y más controles sobre los campos de los refugiados afuera de Europa. Un número creciente de los gobiernos africanos y otros están siendo coimeados para que firmen acuerdos para un “pacto de inmigración” común con la UE. Al mismo tiempo, un reforzamiento de los recursos militares del UE está tomando lugar, para que puedan interferir en todo tipo de zonas de conflicto afuera de Europa, con o sin la asistencia de los EEUU o la Organización de Tratado del Atlántico del Norte (OTAN). El gobierno derechista sueco, durante su gestión como presidente de la UE, ha impulsado a la UE a enviar más tropas a Afganistán. El gobierno sueco está instando a la UE a expandir su capacidad militar de desplegar tropas rápidamente para realizar intervenciones en África, por ejemplo. Además, ellos han propuesto que la UE debería poder usar sus Grupos de Batalla parados incluso cuando ningún país de la UE está bajo amenaza inmediata y también que la UE debería hacerlo más fácil de decidir usar sus tropas militarmente a través de la adopción de decisiones mayoritarias en vez del consenso. Asimismo, la administración de Obama está al punto de hacer que las amenazas relacionadas al clima sean un enfoque central de la política de la seguridad. “Estas crisis inducidas por el clima (como las tormentas, sequías, migraciones masivas y pandemias) pueden derrumbar gobiernos, nutrir movimientos terroristas o desestabilizar regiones enteras,” comentó New York Times.


Otra preocupación nueva de la seguridad para el militar estadounidense y las agencias de la inteligencia, tanto como para la UE y Rusia, relacionada con el clima es la rivalidad de controlar los recursos naturales como el petróleo que estarán al alcance con el derretimiento de la capa de hielo ártico.

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